Es un extenso poema sumerio - acadio, un manuscrito firmado y datado
por un escriba con el nombre de
Kasap-aya en tiempos del rey Ammi-Saduqa, entre 1646 a. C. hasta 1626 a.
C. en el se narra desde el origen del universo hasta la aparición de la
humanidad como una especie de reemplazo a unos dioses llamados Igigi que hacían
trabajos para los dioses mayores o Anunnaki, en el se narra así mismo la historia de Atrahasis o Ziusudra (para
los sumerios), en el texto se le menciona como “El Muy Sabio” es muy posible
que haya servido de inspiración para el relato del diluvio Universal y del Noé
Bíblico. El poema va así:
Estela donde se aprecia el reclamo de los Igigi |
Cuando los dioses hacían de hombres,
Tenían que trabajar y estaban atareados:
Su tarea era considerable,
Su trabajo pesado, su labor infinita.
¡Pues los grandes Anunnaki, a los Igigi,
Imponían una séptuple prestación de trabajos!
El padre de todos ellos, Anu, era su rey;
Enlil, el valiente, era su soberano;
Ninurta, su encargado,
Y Ennugi, su capataz,
Tras llegar a un acuerdo ,
Los grandes dioses habían echado a suertes lo que le correspondía a
cada uno:
Anu subió al Cielo,
Enlil tomó, como dominio la Tierra ,
Y el cerrojo que encerraba el
mar
Se entregó a Enki, el Príncipe ,
Cuando Anu subió al cielo,
Los dioses del Apsu descendieron
hasta allí:
Fue entonces cuando los Anunnaki celestes
Impusieron a los Igigi su prestación de trabajos
EL TRABAJO DE LOS IGIGI
Y estos dioses tuvieron que excavar los cursos de agua
Y abrir los canales que vivifican la tierra
Así, ellos abrieron el curso del Tigris,
Y después, el del Éufrates.
Durante cien años se entregaron
a la tarea –
Durante quinientos años se
entregaron a la tarea –
Durante novecientos años se
entregaron a la tarea –
Durante mil años se entregaron a
la tarea –
Después de haber acumulado todas las montañas,
Hicieron el recuento de los años trabajados,
Después de haber organizado el gran pantano meridional,
Hicieron el recuento de los años trabajados,
¡Durante dos mil quinientos años, y más,
Habían, día y noche,
Soportado esta pesada carga!
Agotados, protestan por su excesivo
trabajo
Ellos, entonces, comenzaron a despotricar y a quejarse,
Lamentandose de sus labores de
excavación :
“¡Vayamos a ver al encargado, nuestro jefe,
Para que nos libre de nuestra pesada tarea!
Al valiente soberano de los dioses,
Venid, vayamos a sacarlo de su casa –
A Enlil el valiente, el soberano
de los dioses,
Venid, vayamos a sacarlo de su casa!”
Entonces… abrió la boca
Y se dirige a los dioses, sus hermanos:
“…, el encargado de tiempos pasados …
“¡Al valiente soberano de los
dioses,
Venid, vayamos a sacarlo de su casa.
¡A Enlil el orgulloso, el soberano de los dioses,
Venid, vayamos a sacarlo de su
casa!
¡Enki!, declarad la guerra:
Añadamos la batalla al combate .”
Los dioses escucharon su súplica
Y quemaron su utillaje,
Arrojaron sus azadas al fuego,
Y a las llamas sus capazos.
Después, agrupados, marcharon
A la puerta del santuario de Enlil el valiente.
Planteo entre los Anunnaki
¡De noche, en mitad de la
vigilia
Y, a espaldas del dios, se cercó el palacio –
De noche, en mitad de la vigilia
Y, e espaldas del dios, se cercó el Ekur!
Pero Kalkal, sabiendo lo que sucedía, hizo que lo cerraran:
El maneja el cerrojo y vigila la
puerta.
Después, Kalkal, despierta a Nuska,
Mientras se escuchaba el alboroto de los Igigi;
Y Nuska despierta a su señor,
Al que saca de su lecho:
“¡Tu palacio está rodeado, mi
Señor!
¡El cambate se ha extendido hasta tu puerta! –
¡Tu palacio está rodeado, oh Enlil!
¡El combate se ha extendido hasta tu puerta!”
Enlil ordenó que se trajesen las armas a su casa,
Después abrió la boca
Y se dirigió a Nuska, su paje:
“¡Nuska, levanta una barricada ante tu puerta!
¡Toma tus armas y ponte a mis
órdenes!”
¡Nuska levanta una barricada ante tu puerta,
Toma sus armas y se puso a las órdenes de Enlil!
Después, el abrió la boca
Y se dirigió a Enlil el valiente:
“¡Mi Señor, tu rostro está verdoso!
¡Oh Enlil, tu rostro está
verdoso!
Son tus propios hijos, ¿Qué temes?
Envía a buscar a Anu, que se le haga descender
Y que también se traiga a Enki ante tu presencia!”
Se reúnen en consejo de guerra
El, entonces, manda a buscar a Anu, al que se hace descender,
Y también se lleva a Enki ante
su presencia.
Anu, el rey del Cielo, presidia la reunión,
Y el rey del Apsu, Enki, lo escuchaba todo ,
Mientras se sentaban los grandes Anunnaki,
Enlil se puso de pie: se abría el debate.
Enlil, habiendo abierto,
entonces, la boca,
Se dirige a los grandes dioses:
“¿Ellos se han rebelado contra mí?
¡Pues bien, me batiré…!
¡Oh dioses!, ¿Qué es lo que han visto mis ojos?
¡El combate se ha extendido
hasta mi puerta!”
Anu abrió entonces la boca
Y se dirige a Enlil el valiente:
“Si quieres saber la razón por
la que los Igigi
Han asediado tu puerta,
Que Nuska salga a preguntarla :
Encárgale que cumpla esa misión
Ante tus hijos!”
Misión conciliadora ante los Igigi
Enlil, entonces, abrió la boca
Y se dirige a Nuska, su paje:
“Nuska, descorre el cerrojo de
tu puerta,
Coge tus armas,
Y vete, ante todos esos dioses agrupados,
A postrarte, levántate,
Y repite nuestras palabras
“¡Me envían Anu, vuestro padre
Y vuestro soberano, Enlil el
valiente;
Ninurta, vuestro encargado,
Y vuestro capataz, Ennugi!
Ellos os quieren decir: ¿Quién va,
Entonces, a combatir?
¿Quién saldrá a batallar?
¿Quién osará hacer la guerra?”
Nuska, ante todos esos dioses agrupados,
Repite, entonces, literalmente, las palabras de Enlil:
“¡Me envían Anu, vuestro padre,
Vuestro soberano. Enlil el valiente;
Ninurta, vuestro encargado,
Y vuestro capataz, Ennugi!
Ellos os quieren decir: “¿Quién
va entonces a combatir?
¿Quién saldrá a batallar?
¿Quién osará hacer la guerra?”
“Hemos puesto todo nuestro
esfuerzo
En esta excavación :
¿El trabajo excesivo nos ha matado!
¡Nuestra carga era demasiado
pesada, el trabajo era infinito!
Esta es la razón que a los
dioses al completo
Nos ha llevado a quejarnos contra Enlil!”
Nuska volvió , entonces, a coger sus armas
Y se marchó a informar a Enlil de estas palabras:
“¡Mi señor, tú me enviaste a ….
Yo partí …
Y repetí, literalmente, tus palabras!
Y esto fue lo que ellos me respondieron :
“Nosotros todos, los dioses al completo,
Hemos decidido batirnos.
Hemos puesto todo nuestro esfuerzo
En esta excavación :
¡El trabajo excesivo nos ha matado!
Nuestra carga era demasiado pesada, este trabajo era infernal!
Esta es la razón que a los
dioses al completo
Desconcierto de Enlil y de los dioses
ante el fracaso de Nuska
Nos ha llevado a quejarnos contra
Enlil!”.
Al escuchar este discurso,
Enlil derramó lagrimas
Y, tras ello,
Se dirige a Anu, el valiente:
“Alteza, contigo en el Cielo …”
”Alteza , contigo en el Cielo
Conserva tu autoridad y haz uso
de ella :
¡Mientras los Anunnaki se sientan en tu presencia,
Haz comparecer a uno de estos dioses
Y que sea condenado al castigo supremo!”
´Pero Anu abrió la boca
Y se dirige a los dioses, sus hermanos:
“¿Por qué los culpamos?
¡Su carga era pesada, su trabajo infinito!
Cada dia …
´Su grito de auxilio era cosa seria:
Nosotros no les oímos dar voces…
La creación del Hombre
Enki propone un plan de salvación: crear sustitutos para los dioses
desfallecidos
Enki, habiendo abierto la boca,
Se dirige a los dioses, sus hermanos:
“¿Por qué los culpamos?
¡Su tarea era pesada, su labor infinita!
´Cada día …
Su grito de auxilio era cosa seria….
Pero existe un remedio para esta situación :
Dado que Beletili, la Matriz, está aquí,
Que fabrique un prototipo de hombre:
´¡Será él quien cargue con el yugo de los dioses
Quien cargue con el yugo de los Igigi :
Será el Hombre quien cargue con su trabajo!
´”En presencia de los Anunnaki, reunidos en sesión,
Y de Beletili, la Matriz,
¡Hace comparecer a uno de esos dioses
Y se le mata !”
Anu, habiendo entonces abierto la boca, se dirige a Nuska:
“¡Nuska, descorre el cerrojo de tu puerta! Toma tus armas …
´Una vez llegado a la reunión de los grandes dioses !,
Inclínate …después vuelve a ponerte de pie
Y diles: “…
Me envían Anu, vuestro padre,
Vuestro soberano, Enlil el valiente;
Ninurta, vuestro encargado,
Y vuestro capataz Annugal
´¿Quién es instigador del combate, el jefe bélico,
El dios que ha empezado la lucha,
Llevando el conflicto hasta mi casa,
Hasta tal punto que la gresca
Ha llegado a mi puerta?”.
Nuska, tras oír estas palabras, toma sus armas …
Una vez llegado a la reunión de los grandes dioses !,
Se inclina…, luego se pone de pie
Y les dice: “…
Me envían Anu, vuestro padre,
Vuestro soberano, Enlil el valiente;
Ninurta, vuestro encargado,
Y vuestro capataz Annugal.
¿Quién es el instigador del combate, el jefe bélico,
El dios que ha empezado la lucha,
Llevando el conflicto hasta la casa de Enlil…
“Dado que Beletili, la Matriz, está aquí,
¡Ella será quien dé a luz y produzca
Al Hombre para asegurar el trabajo de los dioses!”
Interpelando, entonces, a la diosa, ellos preguntaron
A la sabia mujer de los dioses, a la experta Mammi:
“¿Serás tú la matriz que produzca a los hombres?
¡Pues bien! ¡Fabrica el
prototipo humano:
Que él cargue con nuestro yugo!
¡Que él cargue con nuestro yugo, impuesto por Enlil!
¡Que el hombre asuma el trabajo asignado a los dioses!”
Pero Nintu, habiendo abierto la boca,
Replica a los grandes dioses:
“¡No puedo hacerlo sola, por mí
misma;
Pero, con la ayuda de Enki,
La operación sí que es posible!
Solo él puede “purificarlo” todo:
Que él me entregue la arcilla y yo lo llevaré a cabo”
Pormenores del proyecto de Enki
Enki, entonces, abrió la boca
Y se dirige a los grandes
dioses:
“El primero, el séptimo o el decimoquinto día del mes,
Decreto que se lleve a cabo una lustración con baño.
Entonces, se inmolará un dios,
Antes de que los dioses sean
purificados mediante la inmersión.
Con su carne y su sangre,
Nintu mezclará la arcilla:
De este modo el dios y el hombre estarán asociados,
Reunidos en la arcilla,
¡Y, a partir de este momento, nosotros estaremos ociosos !
¡Gracias a la carne del dios
Habrá en el Hombre un “alma”,
Que lo presentará siempre vivo después de su Muerte.
Esta “alma” estará allí para guardarlo del olvido!”
Y los grandes Anunnaki,
Que asignan los destinos,
Al unísono respondieron: “¡Sí!”.
Realización del modelo humano de
acuerdo con el proyecto de Enki
El primero, el séptimo o el
decimoquinto día del mes
Enki decreta, por tanto, una lustración con baño,
Y el dios We, que tenía el “alma”,
Es inmolado en plena asamblea.
Con su carne y con su sangre
Nintu mezcla la arcilla,
Para que se uniesen el dios y el hombre,
Estuviesen reunidos en la arcilla
Estos dos versos fueron olvidados por el copista
Y para que así, desde este
momento, los dioses estuviesen ociosos ,
Gracias a la carne del dios
hubo también en el Hombre un “alma”,
Que lo presentaría siempre vivo después de la muerte.
Esta “alma” estaba allí para
guardarlo del olvido!
Después de que Enki hubiese amasado esta arcilla,
Llamó a los Anunnaki, los grandes dioses,
Y a los Igigi convertidos, ellos también, en grandes dioses,
Que escupieron sobre la arcilla.
Después, Mammi abrió la boca
Y se dirige a los grandes dioses:
“¡El trabajo que me habías encargado,
Ya lo he realizado!
Habéis inmolado a ese dios con su “alma”,
Y yo os he librado de vuestra
pesada tarea,
Imponiendo vuestra labor al Hombre.
Cuando vosotros concedáis a los Hombres
El rumor de la pululación
¡Yo soltaré vuestra cadena y seréis “libres”!”
Una vez que ellos oyeron este discurso,
Corrieron a abrazarle los pies:
“Hasta ahora, decían, te llamábamos Mammi:
Que, a partir de este momento, tu nombre
Sea Señora de Todos los Dioses Beletkalaili!”
Instrucción de la reproducción de los hombres
Entonces, entraron en la sala de los destinos
Enki el príncipe y la experta
Mammi
Habiendo sido reunidas las matrices,
Enki amasa la arcilla ante la mirada de Nintu,
Quien repite la fórmula
Que Enki, sentado ante ella, le dictaba.
Cuando ella terminó dicha fórmula,
Separa catorce pedazos de pasta,
Coloca siete a su derecha
Y los otros siete a su
izquierda:
Después levanta entre ellos una pared de ladrillo
Cortaba los cordones umbilicales.
De las catorce matrices
Reunidas por la sabia experta:
Siete produjeron machos
Y las otras siete hembras.
´Ante la Matriz divina, hacedora de destinos,
Se las empareja
Y se las reúne dos a dos.
Y, así, Mammi traza
Las reglas del parto de los seres humanos:
“En la habitación en que se tiende,
Encamada, la parturienta,
Tendrá que estar durante siete días la pared de ladrillo.
´Se deberá rendir honores a la Señora de los dioses,
A Mammi la experta.
La comadrona estará alegre
En la habitación de la encamada parturienta.
Y, cuando ella haya dado a luz,
La joven madre permanecerá en el lecho, de acuerdo con su voluntad…
… los senos de cada mujer
… la barba
… las mejilla de cada hombre
… y fuera,
Cada marido y cada esposa …
Ahora bien, una vez reunidas las matrices,
Nintu se detuvo:
Ella contaba los meses de embarazo
Hasta que en la sala de los
destinos
Se anunciaba el décimo.
Llegado el décimo mes,
Ella desenvainó el “bastón” y
descubrió el bajo vientre :
¡Su rostro brillaba de alegría!
Después se cubrió la cabeza
Y se comportó como una
comadrona:
Se ciñó los lomos,
Pronunció una bendición,
Trazó una línea de harina
Y levantó en el lugar una pared de ladrillo, diciendo:
“¡Yo la produje, yo la hice con mis manos!
¡Que en la casa de la
“consagrada”
La comadrona esté alegre!
Allí donde una parturienta dé a luz,
O donde una joven madre aborte por sí misma,
La pared de ladrillo deberá permanecer durante nueve días,
Durante los cuales, en honor de Nintu la Matriz
Y de Mammi …, será mencionada
Es ella quien … la matriz
Y quien dispondrá la estera
Y cuando se dirija al lecho para dar a luz,
Se separarán el marido y la mujer.
Pero, cuando se vuelvan a
–reunir,
Istar estará alegre en la cámara nupcial .
El regocijo durará nueve días,
Y se invocará a Istar bajo el nombre de Ishara…
La “Historia primitiva” de la
humanidad:
El trabajo y el éxito de los hombres
Ellos fabricaron picos y azadas
nuevos,
Después construyeron grandes diques de riego
Para satisfacer el hambre de los hombres
Y el deseo de los dioses
No habían pasado mil doscientos
años
Y el territorio se había ampliado
Y la población multiplicado.
El país, como un toro, alzaba tanto la voz
Que el ruido molestó al dios
soberano
Molesto por el ruido, Enlil quiere diezmarlos mediante una plaga
Cuando Enlil escuchó su rumor,
Se dirigió a los grandes dioses:
“El rumor de los humanos ha llegado a ser demasiado fuerte:
¡No consigo dormir a causa de dicho alboroto!
¡Ordenad, por tanto, que sufran
la epidemia!
Intervención del Muy Sabio
Había, sin embargo, cierto individuo Muy Sabio,
Devoto de Enki y muy hábil,
Que podía conversar con su dios,
Quien, gustosamente, lo tenía como interlocutor.
El Muy Sabio abrió, entonces, la boca
Y se dirigió a su señor:
“¿Cuánto tiempo va a durar esta
epidemia?
¿Por cuánto tiempo padeceremos esta peste?”
Respuesta e instrucciones de Enki
Enki abrió la boca
Y se dirigió a su servidor:
”Convoca en tu casa a los ancianos y diles olvidado por el copista
“¡Ancianos, escuchadme!
… en el palacio …
Ordenad que los heraldos públicos proclamen
Con gran estrépito por el país:
¡No rindáis mas honores a vuestros dioses!
¡Ni imploréis más a vuestras diosas!
Y sólo frecuentad a Namtar:
¡Sólo a él ofrecedle vuestros platos cocinados!
El aceptará gustoso esas ofrendas
Y, confuso por culpa de tantos presentes,
Suspenderá su acción maléfica!”.
Rápidamente llevadas a la práctica
por el Muy Sabio
Siguiendo estas instrucciones,
el Muy Sabio
Reunió en su casa a los ancianos
Y, habiendo abierto la boca,
Se dirigió a ellos:
“¡Ancianos, escuchadme!
… en el palacio …
Ordenad que los heraldos públicos proclamen
Con gran estrépito por el país:
“¡No rindáis mas honores a vuestros dioses!
¡Ni imploréis más vuestras diosas!
Y sólo frecuentad a Namtar:
¡Sólo a él ofrecedle vuestros paltos cocinados!
El aceptará gustoso esas ofrendas
Y, confuso por culpa de tantos presentes,
Suspenderá su acción maléfica!”
Obedeciendo esta orden, los
ancianos
Construyeron en la ciudad
Un santuario para Namtar
Y ordenaron que los heraldos públicos proclamasen
Con gran estrépito por todo el país
“¡No rindáis más honores a
vuestros dioses!
¡Ni imploréis más a vuestras diosas!
Y sólo frecuentad a Namtar:
¡Sólo a él ofrecedle vuestros paltos cocinados!”
El aceptó gustoso esas ofrendas
Y, confuso por culpa de tatos
presentes,
Suspendió su acción maléfica:
Así se puso fin a la epidemia
Y de nuevo prosperaron .
Con la prosperidad vuelve a comenzar
el ruido
No habían pasado mil doscientos años
Y el territorio se había ampliado
Y la población multiplicado.
El país, como un toro, alzaba tanto la voz
Que el ruido molestó al dios soberano.
Y, en esta ocasión, Enlil les envía la sequia y la hambruna
Cuando Enlil escuchó su rumor,
Se dirigió a los grandes dioses:
“El rumor de los humanos ha llegado a ser demasiado fuerte:
¡No consigo dormir a causa de dicho alboroto!
¡Cortadle, por tanto, los víveres
Y que escaseen las plantas
alimenticias!
¡Que Adad reduzca las lluvias a la nada,
Y que, en la tierra, la crecida
No se llegue a originar!
¡Que el viento cálido llegue a
Tostar el suelo!
¡Que las nubes se amontonen,
Pero sin derramar la más mínima gota!
¡Que los campos disminuyan su producción!
¡Que Nisaba “cierre su pecho”!
¡Que ellos no disfruten de más
alegría
Y que sean reducidos a humo!”
El Muy Sabio hace que se cumplan las
órdenes de Enki
“¡Ancianos, escuchadme!
Id al palacio
Ordenad a los heraldos públicos que proclamen
Con gran estrépito por todo el país:
“¡No rindáis más honores a vuestros dioses!
¡Ni imploréis más a vuestras
diosas!
Y sólo honrad a Adad:
¡Sólo a él ofrecedle vuestros platos cocinados!
El aceptará gustoso esas ofrendas
Y, confuso por culpa de tantos presentes,
Suspenderá su acción maléfica:
Por la mañana él hará que llovizne
Y por la noche, a escondidas,
Condensará el rocío,
De tal modo que los campos, en secreto,
Recuperen su producción!”
Se construye, entonces, en la ciudad, un santuario dedicado a Adad
Y se ordena a los heraldos públicos que proclamen
Con gran estrépito por todo el país:
“¡No rindáis más honores a vuestros dioses!
¡Ni imploréis más a vuestras
diosas!
Y sólo honrad a Adad:
¡Sólo a él ofrecedle vuestros platos cocinados!”
El aceptó gustoso esas ofrendas
Y, confuso por culpa de tantos presentes,
Suspendió su acción maléfica:
Por la mañana hizo que lloviznase
Y por la noche, a escondidas,
Condensó el rocío,
¡De tal modo que los campos, en secreto,
Recuperaron su producción!
Así se puso fin a la sequía/la
hambruna
Y, de nuevo, la prosperidad del hombre hizo
Que su ruido volviera a molestar a Enlil
Desesperación del Muy Sabio
El Muy Sabio se pasaba los días llorando,
Tras haber traído, por la mañana,
Material para preparar fumigaciones …
Prestaba atención a sus sueños
Y, constantemente, en el
santuario de su dios,
Permanecía postrado , llorando…
La sequía empeora
Arriba se acumulaban las nubes
Mientras que, abajo, la crecida
No se originaba
Ya no nacía nada del seno de la tierra
Las plantas ya no nacían;
Ya no se veía a nadie
Las praderas de hierba se
secaban;
¡La llanura se cubría de Salitre!
Y la hambruna también
Durante el primer año se comieron las reservas;
Durante el segundo año se
vaciaron los graneros;
Cuando llegó el tercer año,
Todas los rasgos estaban alterados por causa de la inanición.
Era como si las caras estuviesen cubiertas de malta ¡
Y, a fuerza de tomar un color plomizo,
Los rostros parecían marchitos.
Todos caminaba, fatigados, por las calles,
Contrayendo sus largos hombros
Reproches de Enlil a Enki
¡Lleno de cólera contra los Igigi!
“Todos nosotros, dijo, los grandes Anunnaki,
Aceptamos, unánimemente, un compromiso:
¡Anu y Adad vigilarían las regiones de arriba,
Y yo, yo, vigilaría la tierra, aquí abajo.
Después, Enki intervino
Para liberar a los hombres, soltando sus cadenas
Y permitiéndoles una rica producción!”
Enlil convoca, para reñirles, a los
cómplices de Enki
Y Enlil, habiendo abierto una vez más la boca
Se dirige a Nuska, su paje:
“¡Que sean traídos aquí los dos cómplices
´Y que sean presentados ante mí!”
Se les hizo entrar, entonces,
Y, dirigiéndose a ellos Enlil el valiente
Les dijo: “Todos nosotros, los grandes Anunnaki,
Aceptamos unánimemente un compromiso:
´¡Anu y Adad vigilarían las regiones de arriba,
Y yo, yo, vigilaría la tierra, aquí abajo!
Después, interviniste tú,
Para liberar a los hombres, soltando sus cadenas
Y permitiéndoles una rica producción!
Enlil recuerda sus órdenes,
ridiculizadas hasta el momento
´¡Adad hizo que sus lluvias volviesen a caer
Y el verdor cubrió de nuevo las praderas,
Mientras el cielo aparecía
cubierto
De nubes cargadas de agua!
“¡No, no alimentéis más a los hombres!
´¡No le proporcionéis más grano!”
Enki se ríe de las faenas que le
gastó a Enlil o de las que le prepara
Pero, en su rincón ,
En plena asamblea de los dioses, le entró la risa –
En su rincón,
En plena asamblea de los dioses, a Enki le entró la risa
Enlil reacciona ante esta falta
de respeto:
Enlil reitera sus reproches a Enki
Tien la idea de destruir la humanidad con un diluvio
Enki, tras recordar que había creado a los hombres en beneficio de los
dioses, se opone al Diluvio
“De este modo yo os liberé de vuestra pesada carga,
Imponiendo vuestra labor a los hombres.
Vosotros, entonces, les concedistéis el rumor de la pululación.
Después, incluso, de haber inmolado a un dios
Para concederles el “alma”;
¿Y ahora, reunidos, ordenáis
su eliminación ?
¿Llegaréis a decidir
Su vuelta a la nada?
Vosotros habéis decidido. ¡Hagamos que, en este sentido, preste
juramento !
Enki, el príncipe !”
Y Enki, abriendo de nuevo la boca,
Se dirige otra vez a los dioses, sus hermanos:
“¿Por qué me queréis ligar con un juramento?
¿Acaso puedo yo alzar la mano contra mis criaturas?
Y ese Diluvio del que habláis,
¿Qué es? ¡Yo lo ignoro!
¿Soy yo quién lo tiene que producir?
¡No, ésa es tarea de Enlil!
¡Que sea él, él, quien tome la decisión y dé las órdenes:
Y, entonces, que Sullat y Hanis
Partan encabezando el fatal cortejo;
Que Nergal arranque los soportes de las compuertas celestes;
Que Ninurta vaya
A hacer que se desborden las presas de aquí arriba!
Se decide el Diluvio
Los dioses tomaron, entonces, la decisión final:
¡Una faena bien malvada jugada por Enlil a los hombres!
El Diluvio
El Muy Sabio recurre a Enki, que
le responde por medio de un
sueño que él,
rápidamente, explica de manera indirecta
El Muy Sabio abrió entonces la
boca
Y se dirige a su señor:
“¡Explícame el sentido de este sueño,
Para que comprenda su contenido
Y acepte las consecuencias!”
Y Enki, habiendo abierto la
boca,
Se dirige a su servidor:
“Dices que quieres comprender este sueño
¡Pues bien, recuerda exactamente
El mensaje que aquí te entrego!:
“¡Pared, escúchame bien!
¡Empalizada, recuerda todo lo que te voy a decir!
¡Derriba tu casa para construirte un barco!
¡Abandona tus bienes,
Para salvar tu vida!
El barco que tienes que
construir
… con los lados iguales –
¡Téchalo, para que, al igual que sucede con el Apsu,
El sol no vea su interior!
¡Estará cerrado por todos los lados,
Y su equipación deberá ser sólida
Y su calafateado grueso y resistente!
Después, yo haré que llueva.
La espera del Diluvio
Profusión de pájaros y canastos
de peces!”
¡Enki, entonces, abrió la clepsidra y la llenó,
Ajustándola para la llegada del Diluvio, siete días después!
Una vez que el Muy Sabio hubo recibido estas instrucciones,
Reunió a los ancianos
Y, habiendo abierto la boca,
Se dirige a ellos:
“Mi dios ya no está de acuerdo con el vuestro
¡Enki y Enlil están enfadados!
¡Ello me obliga a abandonar vuestra ciudad ,
Pues soy devoto de Enki!
Así, se ha decidido lo siguiente:
Por ello, no permaneceré más tiempo en vuestra ciudad,
Mis pies no pisarán por más tiempo
El territorio de Enlil,
¡Pero yo … con los dioses y …!
¡Así se ha decidido!”
Ejecución de las órdenes de Enki
Los ancianos …
Los carpinteros con sus doladeras,
Los mimbreros provistos de sus mazas de piedra,
Los más pequeños traían betún,
Los más pobres el equipamiento
´Todo el oro que tenía,
Toda la plata que tenía,
A los animales “puros” …
A los más gordos …,
Los captura y los embarca.
´Pájaros emplumados del cielo,
Rebaños …
Bichos… de la estepa
A todos, él los embarca.
Y, … cuando la luna desapareció ,
´Invita a los suyos a un banquete …,
…,
Después de haber embarcado a su familia.
Se comió, entonces, copiosamente
Y se bebió abundantemente.
´El, sin embargo, no dejaba de entra y de salir,
Sin llegar nunca a sentarse o a ponerse en cuclillas,
El estaba así de desesperado y de mareado.
El Diluvio
Después, el tiempo cambia de aspecto
Y Adad resonaba entre las nubes.
´Tan pronto como se escuchó el gruñido del dios,
Se añadió betún para obturar la escotilla,
Y, apenas se había cerrado ésta,
Adad atronó entre las nubes,
Mientras un viento furioso, con un primer golpe,
´Rompía las amarras y soltaba el barco.
Anzu arañaba el cielo,
Con sus garras.
¡La tempestad golpeaba la tierra,
Interrumpiendo su rumor igual
que se rompe un cacharro!
¡Y, desencadenado el Diluvio,
Transcurre la maldición
Al igual que la guerra sobre los hombres!
¡Nadie veía ya a nadie:
Nada resultaba discernible en esta carnicería!
El Diluvio mugía como un toro,
E, igual que un águila que chilla,
El viento aullaba.
Las tinieblas eran profundas,
El sol había desaparecido.
Las personas morían como moscas.
…
Actitud de los dioses durante el
Diluvio
… el estruendo del Diluvio
Asustaba , incluso, a los dioses.
¡Enki había perdido la razón,
Al ver como eran arrancados sus
hijos
Ante sus ojos!
Nintu, la gran señora,
Ponía de manifiesto su horror en sus labios,
Mientras los Anunnaki, los
grandes dioses,
Seguían débiles por culpa del hambre y la sed.
Ante este espectáculo, la diosa estalla en sollozos,
La comadrona divina. Mammi, la experta:
“¡Que desaparezca este día , gritaba,
Que regrese a las tinieblas!
Pero, ¿Cómo yo, en la asamblea de los dioses,
He podido, junto con ellos,
Enlil, mediante un discurso tan hábil
Como el de la famosa Tiruru,
Ha convertido mis palabras en vanas!
Sin embargo, yo, en persona,
He escuchado la llamada de socorro de los hombres:
¡Mi progenie, sin que yo haya podido hacer nada,
Ha ido cayendo como moscas!
¿Cómo voy a seguir quedándome aquí,
Ahogados mis gritos, en este lugar de luto?
Voy a subir al Cielo
Para no permanecer por más tiempo
En esta funesta residencia .
Allí arriba se ha trasladado Anu, nuestro jefe ,
Y los dioses, sus hijos, que escucharon su llamada,
Después de haber decidido, de manera desconsiderada, el Diluvio
¡Y haber condenado a los humanos a esta hecatombe!”
Así se lamentaba también Nintu…:
“¡Cómo! ¿se ha producido, entonces, este Diluvio ?
Los hombres han llenado el mar
Igual que se llena el rio de pequeñas moscas.
¡Como trozos de madera, helos aquí amontonados sobre la playa! –
¡Como trozos de madera arrojados, helos aquí, apilados sobre la orilla!
Al verlos, yo derramaba
lágrimas:
¡Ahora, ya acabé de lamentarme por ellos!”
¡El llanto calmó su corazón!
Así gemía Nintu,
Suspirando sin emoción ,
Y los dioses, con ella, se
lamentaban por la tierra.
Harta de desesperación,
La diosa tenía ganas de beber cerveza:
Allí donde ella estaba, llorando,
Estaban también ellos, como corderos
Apretujados alrededor de un
abrevadero,
Con sus labios secos por causa de la angustia,
Y titubeantes por causa de la
inanición.
El Diluvio se prolonga
Durante siete días y siete noches
Prosiguieron la borrasca, la batiente lluvia y el Diluvio
Allí donde …
Fue abatido …
El Muy Sabio desembarca y, de
inmediato, ofrece una comida a los dioses.
El desperdiga a los cuatro
vientos
Toda la carga del barco.
Después sirve una comida sacrificial
Para satisfacer la alimentación de los dioses,
¡Aspirando el buen olor, los dioses
Se agruparon alrededor del
banquete, como moscas!
Quejas de Nintu contra Enlil
Pero, una vez que lo habían consumido,
Nintu se puso de pie
Y, ante todos, se quejó:
“Anu, jefe nuestro, ¿desde dónde
llega esto hasta nosotros?
¿Y Enlil? ¿Ha participado, así pues, él en el banquete,
El, que desconsideradamente decidió el Diluvio
Y condeno a los hombres a padecer esta catástrofe,
Mientras vosotros tomabais, con él,
Esa decisión final?
¡Actualmente, los rostros de los
hombres
Han desaparecido entre las tinieblas!”
Después, acercando la mano al gran collar de “moscas”
Que Anu le había dado, ella dijo:
“¡Mi destino era, así pues,
Estar desesperada por su culpa!
¡Que Anu me saque de mi
desamparo
Y me ilumine el rostro!
¡Hasta la mañana, yo quiero …
¡Que estas “moscas”
Formen un collar de lapislázuli en mi cuello,
Para recordarme, siempre, estos días funestos !”
Enlil se enfurece al constatar que lo
han engañado
Pero, cuando Enil el valiente
vio el barco,
Se encolerizó con los Igigi, y exclama
“Todos nosotros, los grandes Anunnaki,
Habíamos decidido, en conjunto, prestar un juramento
se trata del juramento secreto relacionado con el Diluvio.
¿Por qué, entonces, un ser vivo
Ha escapado a la destrucción?
¿Cómo ha sobrevivido un hombre a
la carnicería?”
Anu, entonces, abrió la boca
Y se dirige a Enlil el valiente:
“¿Quién, además de Enki,
Habrá podido hacer esto?
¡Yo por mi parte , no he
revelado nuestro propósito !”
Enki se declara responsable
Pero Enki abrió la boca
Y se dirige a los grandes dioses:
“¡Si, yo lo hice en contra de la voluntad de todos vosotros!
Yo salvé a un ser vivo …
¡Cálmate, oh Enlil…,
La pena que tú decidas, al verdadero culpable
Le deberá ser infligida,
A cualquiera que haya desobedecido tus ordenes!”
Perdidos. En ello Enki hacía hincapié en que quizás había tenido razón
al salvar a la raza humana. Y, sin duda, los dioses tras una intervención de
Nintu decidían, entonces, conceder al
Muy Sabio, superviviente del Diluvio, la inmortalidad, después de haber
preservado, a partir de ese momento, el futuro de los humanos. Ignoramos si es
Enki o Nintu quien expresa su satisfacción al final de la laguna.
“Ellos tuvieron a bien decidir
…,
¡Yo, yo he calmado mi ánimo!”
Ultimas medidas tomadas por Enki para
evitar en el futuro la superpoblación
Enlil abrió la boca
Y se dirige a Enki el príncipe :
“¡Bien. Llama a Nintu, la Matriz,
Y reflexionad los dos en la asamblea!”
Enki abrió, entonces, la boca
Y se dirige a Nintu, la Matriz:
“¡Oh divina Matriz, tú que estableces los destinos,
Impón, entonces, a los hombres la muerte
Además, la triple ley que se aplicará a los hombres:
Entre ellos, además de mujeres fecundas,
También habrá otras infecundas;
Entre ellos actuará con rigor la funesta Demoniesa,
Para rapar a los bebés
De las rodillas de sus madres;
¡Instituye, igualmente, las mujeres consagradas:
Ugbabtu, entu e igisitu,
Con su veto particular
Que les prohíbe ser madres!
¡Cómo, a pesar del Diluvio
decidido por nosotros,
El Hombre ha sobrevivido a la
carnicería!
¡Por ti, oh soberano de los grandes dioses,
Siguiendo tus instrucciones,
Yo presenté este combate,
¡Este canto,
Que, tras haberlo escuchado, los Igigi
Exaltan tu grandeza!
¡Oídme, entonces, cantar
El Diluvio universal!
Fragmentos del Atrahasis |
Como se habrán dado cuenta existen muchas semejanzas
con las historia del Génesis Judeo-cristiano, esto puede explicarse debido a la
mezcla de culturas que existió cuando los israelitas se fueron dominados por
babilonia en tiempos de Nabuconodosor II. Eso es todo por ahora en “Crónicas de
Tiamat”
MUCHAS GRACIAS
Daniel Castañeda