viernes, 1 de marzo de 2013

Enûma Elish



El Enûma Elish, que etimológicamente podría traducirse como; "Cuando en lo Alto" es un antiguo poema babilónico escrito en 7 tablillas dónde se narra la "Epopeya de la Creación" hallados en la antigua biblioteca de Asurbanipal en Nínive, pudo haber sido compuesto hacia los siglos XVIII o XVII a.C, su nombre provienen de las dos primeras palabras del poema que  se lee a continuación

Una Tablilla del Enûma Elish

Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado, no había sido llamada con un nombre abajo la tierra firme; nada más estaba el APSU primordial, su progenitor,MUMMU y TIAMAT , la que parió a todos ellos, mezcladas sus aguas como un solo cuerpo.

No había sido entretejida ninguna choza de cañas, no había aparecido marisma alguna. Cuando ningún Dios había recibido la existencia, no eran llamados por un nombre, indeterminados sus destinos, sucedió que los Dioses fueron formados en su seno.

LAHMU  y LAHAMU fueron hechos, por un nombre fueron llamados. Durante eternidades crecieron en edad y estatura.

ANSHAR  y KISHAR fueron formados, superando a los otros. Prolongaron sus días, acumularon años.

ANU fue su hijo, rival de sus propios padres. Sí, ANU, primogénito de ANSHAR, fue su igual. ANU engendró a su imagen a ENKI

ENKI se hizo de sus padres dueño: sabio sin par, perspicaz, fuerte y poderoso, mucho más fuerte que su abuelo ANSHAR. No tenía rival entre los Dioses, sus hermanos. Juntos iban y venían los hermanos divinos, alteraban a TIAMAT al agitarse de un lado para otro. Sí, alteraban el ánimo de TIAMAT con sus risas en la morada del cielo.

APSU no podía acallar sus clamores, y TIAMAT estaba sin habla ante su conducta. Sus actos eran odiosos. Aborrecible era su conducta; se hacían insufribles. Entonces APSU, progenitor de los Grandes Dioses, gritó, dirigiéndose a MUMMU, su visir:

—¡Oh MUMMU, mi visir, que alegras mi Espíritu! ¡Ven junto a mí y vayamos a TIAMAT!

Fueron y se sentaron ante TIAMATt, deliberando acerca de los Dioses, sus primogénitos. APSU, abriendo su boca, dijo a la resplandeciente TIAMAT:

—Su conducta me resulta muy odiosa. De día no encuentro alivio ni reposo de noche. Los destruiré, aniquilaré sus obras, para restaurar la calma. ¡Tengamos descanso!

Tan pronto como TIAMAT lo oyó, se sintió irritada y gritó a su esposo. Gritó llena de enojo, sola en su furor, poniendo amenaza en su tono:

—¿Qué? ¿Vamos a destruir lo que hemos edificado? Su conducta, ciertamente, es enojosa, pero esperaremos con paciencia.

Entonces respondió MUMMU y aconsejó a APSU. Malicioso y desgraciado fue el consejo de MUMMU:

—Destruye, padre mío, la conducta rebelde. Así tendrás quietud de día y reposo de noche.

Cuando APSU lo oyó, su rostro se puso radiante, por el mal que maquinaba contra los Dioses sus hijos. MUMMU lo abrazó por el cuello, sentándose en sus rodillas para besarle.

Pero cuanto habían tramado entre ellos fue repetido entre los Dioses, sus primogénitos. Cuando los Dioses oyeron todo aquello, se agitaron, cayeron luego en silencio y quedaron sin habla.

Soberano en saber, perfecto, ingenioso, ENKI, sapientísimo, adivinó su conjura. Un designio dominante formuló y envió. Su conjuro contrario hizo apto, soberano y santo. Lo recitó e hizo que subsistiera en lo profundo. Derramando el sueño sobre él, permanece despierto del todo.

Cuando a APSU  estuvo postrado, cargado de sueño, MUMMU, el consejero, ya no pudo excitarlo. Aflojó su banda, se despojó de la tiara, dejó su aura y se la puso él. Después de encadenar a APSU, lo mató. Entonces entró ENKI, ató a MUMMU y lo encadenó. Después de haber así establecido su morada sobre APSU, se apoderó de MUMMU, anillándolo por la nariz.

Después de vencer y pisotear a sus enemigos, ENKI, asegurado su triunfo sobre los adversarios, descansó en su Cámara Sagrada, sumido en paz profunda. «APSU» la llamó, al asignar los santuarios.

Allí mismo, su casa de culto estableció. ENKI y DAMKINA, su esposa, allí moraron en esplendor. En la Cámara de los Destinos, morada de los hados, un Dios fue engendrado, poderoso y sabio más que los Dioses. En el corazón de APSU fue creado MARDUK (Nibiru)

El que le engendró fue ENKI, su padre; la que lo concibió fue DAMKINA, su madre. Al pecho de la Diosa fue amamantado. La nodriza que lo crió lo hizo terrible. Seductora era su figura, la luz brillaba en sus ojos. Señorial era su paso, soberano desde antiguo.

Cuando lo vio ENKI, el padre que lo engendró, se alegró y se iluminó su rostro. Su corazón lleno de gozo. Perfecto lo hizo y doble divinidad le otorgó. Exaltado fue entre todos ellos, en todo excelente. Perfectos eran sus miembros sin medida, imposible de comprender, difícil de percibir.

Cuatro eran sus ojos, cuatro eran sus oídos. Cuando movía sus labios, fuego escapaba de ellos. Grandes eran sus órganos para oír, y los ojos, en número igual, escrutaban todo. Era el más alto de los Dioses. Soberana era su estatura, enormes sus miembros, era alto sobremanera.

—¡Hijito mío, hijito mío! Mi hijo, el Sol, ¡Sol de los cielos!

Revestido del halo de 10 Dioses, era fuerte como ninguno, con todos sus terribles destellos.

Turbada estaba TIAMAT, desvelada noche y día. Los Dioses, maliciosos, aumentaban la tormenta. Después de haber maquinado el mal en su intimidad, a TIAMAT dijeron los hermanos:

—Cuando dieron muerte a APSU, tu Consorte, no le ayudaste, y te estuviste quieta. Aunque él creó el hacha terrible, tus entrañas se han disuelto y no tenemos reposo. ¡Permanezca en tu ánimo APSU, tu Consorte, y MUMMU, que ha sido derrotado! Sola has quedado.

* * * * * *
De entre los Dioses, sus primogénitos, que formaban su Asamblea, elevó ella a KINGU, entre ellos lo hizo jefe.

Dirigir las huestes, presidir la Asamblea, alzar las armas para el encuentro, encabezar el combate, ordenar como jefe la batalla... todo esto puso en sus manos, mientras ella lo entronizaba en el Consejo:

—Para ti he pronunciado el conjuro, exaltándote en la Asamblea de los Dioses. Todo poder te he dado para aconsejar a los Dioses. ¡Tú eres el mayor de todos, mi Consorte eres tú! ¡Tus sentencias serán firmes entre todos los ANUNNAKI!


Le entregó las Tablillas del Destino, atadas a su pecho:

—Tu mandato será inmutable. Tu Palabra permanecerá.

Tan pronto como KINGU fue exaltado a la jerarquía de ANU, sobre los Dioses hijos de ella, decretaron el Destino:

—Vuestra Palabra hará remitir el fuego. Humillará al «Arma del Poder». Así de potente es su golpe.

Humillado llegó ante su padre, ANSHAR, y le habló de este modo, como si fuera TIAMAT:

—No me basta mi mano para someterte.

Sin habla estaba ANSHAR, fija la mirada en el suelo, ceñudo y moviendo la cabeza ante ENKI. Todos los ANUNNAKI allí se congregaron. Apretando los labios, se sentaron en silencio.

—Ningún Dios, pensaban, podrá darles batalla, enfrentarse con TIAMAT y salir con vida.

El Señor ANSHAR, Padre de los Dioses, se alzó majestuoso, y después de meditar en su corazón, dijo a los ANUNNAKI:

—Aquel cuyo vigor es poderoso nos vengará, el fuerte en la batalla: MARDUK, el Héroe.

—ANSHAR, no te inquietes; relaja tus labios. Iré y lograré el deseo de tu corazón... ¿Acaso es un varón el que se apresta a combatirte? ¡No es más que TIAMAT, una mujer, quien te opone sus armas! ¡Oh, padre mío y creador, alégrate y llénate de gozo! ¡Pronto pisarás la nuca de TIAMAT!

* * * * * *

—Hijo mío, que posees toda sabiduría, calma a TIAMAT con tu sagrado Conjuro. Avanza pronto sobre la Carroza de la Tormenta. ¡De su presencia no te echarán! ¡Hazlos retroceder!

El Señor se alegró por las palabras de su padre. Exultante su corazón, dijo a su padre:

—Creador de los Dioses, Destino de los Grandes Dioses: Si yo, ciertamente, como vengador tuyo, he de vencer a TIAMAT y salvar vuestras vidas, ¡convoca la Asamblea, fija para mí un Destino Supremo! Cuando juntos en UBSHUKINNA, alegres os hayáis sentado, que mi palabra en vez de la tuya fije los Destinos. Inmutable será cuanto yo haga existir. Ni revocado ni cambiado habrá de ser el mandato de mis labios.

Cuando oyeron esto LAHMU y LAHAMU, gritaron con fuerza. Todos los IGIGI se lamentaron descorazonados:

—¡Qué extraño que hayan tomado tal decisión! No podemos comprender las obras de TIAMAT.

Se dispusieron a emprender el viaje, todos los Grandes Dioses que fijan los Destinos. Llegaron a presencia de ANSHAR, llenando UBSHUKINNA. Se besaron unos a otros en la Asamblea. Hablaban entre sí, mientras se acomodaban para el banquete. Tomaron el pan festivo, compartieron el vino, henchidos de suave licor. Bebían y el fuerte brebaje embebía sus cuerpos. Iban languideciendo al paso que sus ánimos se exaltaban. Fijaron los decretos sobre MARDUK, su vengador. Le erigieron un trono principesco. Frente a sus padres, él se sentó, presidiendo.

—El más venerado eres entre los Grandes dioses. Tu Decreto no tiene rival, tu mandato es ANU . Tú, MARDUK, eres el más venerado de todos los Dioses. Sobre todo el Universo te confiamos el Reinado. Cuando tomes asiento en la Asamblea, prevalecerá tu Palabra. No fallarán tus armas, aniquilarán a tus enemigos. ¡Oh Señor, perdona la vida al que en ti confía, pero quítasela al Dios que eligió el mal!

En medio pusieron una urdimbre. A Marduk, su Primogénito, hablaron:

—Señor, en verdad tu decreto prevalece entre los Dioses. Si decides crear o destruir, así se hará. Abre tu boca, desaparecerá esta urdimbre. Habla otra vez, y la urdimbre estará completa.

A la palabra de su boca desapareció la urdimbre. Habló de nuevo y se rehízo la urdimbre. Cuando los Dioses, sus padres, vieron el fruto de su Palabra, gozosos le rindieron homenaje:

—¡MARDUK es Rey!

Le entregaron cetro, trono y palu; armas invencibles le dieron, para ahuyentar al adversario. Fijado así el Destino de MARDUK, los Dioses, sus padres, le pusieron en el camino del éxito y la victoria.

Él se hizo un arco, que marcó como arma suya, añadió además el proyectil, fijó la cuerda. Alzó la maza, la empuñó con su diestra. Arco y carcaj fijó a su costado. Ante sí envió el relámpago, de llama abrasadora llenó su cuerpo. Hizo luego una red para envolver en ella a TIAMAT.

Los 4 Vientos sujetó para que nada de ella escapara: el Viento Sur, el Viento Norte, el Viento Este, el Viento Oeste.

Al costado apretó la red, regalo de su padre ANU. Soltó a IMHULLU, el «Viento Maligno», el Torbellino, el Huracán, el Viento Cuádruple, el Viento Séptuble, el Ciclón, el Viento Incontenible.


Luego soltó los Vientos que había sujetado: Los siete, para remover las entrañas de TIAMAT, se alzaron a su zaga. El Señor agitó entonces la Tempestad, su arma poderosa. Montó en la Carroza de la Tormenta, terrible e irresistible. Un cuarteto preparó y le enganchó: Matador, Implacable, Hollador, y Veloz. Afilados, ponzoñosos eran sus dientes. Diestros en asolar, hábiles en destruir.

* * * * * *

Circundada de un halo terrible aparecía su cabeza. El Señor avanzó y siguió su camino, contra la furiosa TIAMAT dirigió su rostro. En sus labios llevaba un poco de pasta roja; su mano empuñaba una planta para vencer al veneno.

Entonces, en torno a él se arremolinaron los Dioses. El Señor se dirigió a escrutar el costado de TIAMAT, y de KINGU, su consorte, para conocer la trama cuya maldición, ante su mirada, queda deshecha, su voluntad se dispersa y su acción se confunde.

Y cuando los Dioses, sus auxiliares, que marchaban a su lado, vieron al héroe valeroso, su vista se turbó. Lanzó un grito Tiamat, sin volver el cuello,
con un brutal desafío en sus labios:

—¡Demasiado importante eres para el Señor de los Dioses, como para alzarse contra ti! ¿Se han congregado en su lugar o en el tuyo?

Pero el Señor, suscitando la Tormenta, su arma poderosa, a la furiosa TIAMAT lanzó estas palabras:

—Con fuerza te alzaste, mucho te has exaltado; en tu corazón te propusiste provocar la lucha, de forma que los hijos rechacen a sus padres, y tú misma que los engendraste, los odias . Engrandeciste a KINGU para que fuera tu Consorte. Su mando, que en derecho no le pertenece, opusiste al de ANU. Contra ANSHAR, Rey de los Dioses, maquinas el mal; contra los Dioses, mis padres, afirmaste tu maldad. Por mucha que sea tu fuerza, por afiladas que sean tus armas, ¡Ponte en pie, para que tú y yo trabemos singular combate!

Cuando oyó esto TIAMAT, se volvió como posesa, como si perdiera la razón. Con fuerza gritó TIAMAT furiosa. Hasta las raíces temblaron sus piernas. Recitó un Conjuro, lanzó su Encantamiento, mientras los Dioses Guerreros aguzaban sus armas.

Entonces entablaron la lucha TIAMAT y MARDUK, el más sabio entre los Dioses, trabaron combate singular, se atenazaron en la pelea. Desplegó su red el Señor para atraparla. El Viento Maligno, que seguía detrás, le soltó en el rostro.

Cuando TIAMAT abría su boca para devorarlo, por ella le lanzó el Viento Maligno para que no cerrara los labios. Cuando los Vientos Salvajes llenaron su vientre, su cuerpo quedó hinchado, la boca abierta.

Lanzó él su proyectil, que atravesó su vientre, le desgarró las entrañas, le destrozó el corazón. Dominándola así, acabó con su vida. Arrojó su funda para alzarse sobre ella.

Después que el Señor dio muerte a TIAMAT, su banda quedó destrozada, su tropa desbaratada.

Pero a KINGU, que había sido hecho su jefe, lo ató y entregó a UGGAE . Las Tablillas del Destino, que en derecho no eran suyas, le arrebató, les puso un sello y las apretó contra su pecho.

* * * * * *

Y se volvió a TIAMAT, a la que había atado. Pisó el Señor las piernas de TIAMAT, y con su maza despiadada destrozó su cráneo. Cortó las arterias de su sangre, que el Viento Norte llevó a lugares ignorados.

Al ver todo esto, sus padres se llenaron de gozo y alegría, y a él acudieron con presentes, para rendirle homenaje. Se detuvo entonces el Señor para ver el cuerpo muerto, porque iba a desmembrar al monstruo y hacer obras estupendas.

La partió como una concha en dos partes; una mitad alzó y la puso como un techo, el cielo, fijó una barrera y puso Guardianes, a los que mandó que no dejaran escapar las aguas.

Cruzó los cielos y revisó sus regiones. Recuadró el cuartel de APSU, la morada de ENKI, según medía el Señor las dimensiones de APSU. La Gran Morada, su semejanza, fijó como ESHARRA. La Gran Morada, ESHARRA, que hizo como el Firmamento. ANU, ENLIL y ENKI recibieron sus lugares.

Cuando oye MARDUK las palabras de los Dioses, su corazón le impulsa a realizar obras estupendas. Abre su boca y se dirige a ENKI. Para comunicar sus planes habla a ENKI,
para comunicar el plan que ha concebido en su corazón:

—Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una criatura salvaje: «Hombre» se llamará. Cierto, crearé un hombre salvaje. Tendrá que estar al servicio de los Dioses, para que ellos vivan sin cuidado. Con inteligencia cambiaré la vida de los Dioses. Venerados por igual, en dos grupos estarán divididos.

ENKI respondió, y le dirigió una palabra, para exponerle un plan en beneficio de los Dioses:

—Que sea entregado uno sólo de sus hermanos; sólo éste perecerá para que sea formada la Humanidad. Que se junten aquí los Grandes Dioses en Asamblea, que el culpable sea entregado para que ellos permanezcan.

Convocó MARDUK en asamblea a los grandes dioses. Graciosamente los presidía y daba instrucciones. A sus sentencias prestaron atención los Dioses. El Rey dirigió una palabra a los ANUNNAKI:

—Si su declaración fue sincera, digan ahora la verdad y júrenla por mí. ¿Quién provocó la revuelta, provocó a TIAMAT a rebeldía y azuzó el combate? Sea entregado el que maquinó la rebelión. ¡Con su culpa le haré cargar para que viváis en paz!

Los IGIGI, los Grandes Dioses, le replicaron, a LUGAL DIMMERANKIA, Consejero de los Dioses, su Señor:

—Fue KINGU quien maquinó la Rebelión, quien hizo rebelde a TIAMAT, quien azuzó el combate.

Lo ataron y llevaron a presencia de EA. Le cargaron con su culpa y le cortaron las venas. De su sangre formaron la Humanidad, a la que él impuso la servidumbre, dejando libres a los Dioses.

Después de ordenar todas las normas, a los ANUNNAKI del Cielo y de la Tierra asignó sus porciones. Los ANUNNAKI abrieron su boca, y dijeron a MARDUK, su Señor:

—Ahora, Señor, ya que nos has liberado, ¿qué homenaje te rendiremos? Edificaremos un santuario en tu honor, que se llamará «La Cámara de nuestro Reposo Nocturno».¡Que en él reposemos! ¡Edifiquemos un Santuario, un lugar para su morada! El día en que lleguemos, reposaremos en él.

Cuando MARDUK lo oyó, sus facciones brillaron como el día:

—Como el de la alta Babilonia, cuya edificación solicitasteis, su obra de ladrillo sea realizada. «El Santuario» se llamará.

A la obra se pusieron los ANUNNAKI, durante un año fabricaron ladrillos. Al llegar el segundo año, levantaron el tope de ESAGILA [ ZIGGURAT ] igual a APSU. Después de levantar una torre escalonada tan alta como APSU, pusieron allí una morada para MARDUK, ENLIL y ENKI. En su presencia la adornaron con esplendor. Hacia abajo miran sus cuernos, a la base de ESHARRA.

Cuando concluyeron la obra de ESAGILA, los mismos ANUNNAKI levantaron sus Santuarios, todos se reunieron, para edificar su morada. A los Dioses sus padres, sentó en su banquete:

—Esta es Babilonia, lugar de vuestra casa. Festejad en su recinto, llenad sus anchas plazas.

Ocuparon sus tronos los Grandes Dioses. A beber y a banquetear se pusieron.

Después de festejar allí, en ESAGILA, la espléndida, celebrados sus ritos, habiendo establecido las leyes y sus portentos. Todos los Dioses repartieron las estancias del Cielo y de la Tierra.

Los 5 Grandes Dioses ocuparon sus tronos. Los 7 Dioses del Destino pusieron a los 300 en el cielo y 600 en el abismo.

ANU levantó el arco, su arma, y la depositó delante de ellos. Los dioses, sus padres, vieron la red que había hecho. Cuando contemplaron el arco, qué habilidosa su forma, sus padres alabaron la obra que había hecho. Levantándolo, Anu habló en la asamblea de los dioses mientras besaba el arco: “Esto es mi hijo”. Nombró luego los nombres del arco, como sigue: “Madero-Largo es el primero, el segundo es (?)  su tercer nombre es Constelación del Arco, en el cielo lo he hecho brillar”. Fijó su posición entre los dioses, sus hermanos. Después de que ANU
 hubo destinado el destino del arco, y colocado delante de los dioses el espléndido trono real, ANU lo hizo sentar en la asamblea de los dioses. Los grandes dioses se reunieron en asamblea,
exaltaron para siempre el destino de MARDUK. Pronunciaron una imprecación contra ellos mismos y jurando por agua y por aceite, tocándose las gargantas, le confirieron el ejercicio de la soberanía sobre los dioses, lo confirmaron en el dominio sobre los dioses del cielo y de la tierra. ANSHAR proclamó entonces supremo su nombre.

- “Rindamos homenaje humilde al sonido de su nombre; cuando hable, que los dioses le hagan aprecio, que arriba y abajo sea sumo su mandamiento. Extraordinariamente enaltecido sea el Hijo, nuestro vengador; que su soberanía sea sobresaliente, sin conocer rival. Plázcale apacentar a los de la cabeza negra, sus criaturas; que hasta el fin de sus días, sin negligencia, ellos aclamen sus caminos. Plázcale instituir para sus padres las grandes ofrendas de alimentos; sus sustentos se les proporcionarán, se atenderá a sus santuarios. Plázcale hacer que sean olidas ofrendas aromáticas, que éstas hagan que se regocijen sus santuarios, semejanza en tierra de lo que ha obrado en el cielo. Plázcale ordenar a los de la cabeza negra que les tengan temor; que los vasallos tengan siempre en la mente a su dios y que, a la palabra suya, hagan aprecio de la diosa. Que ofrendas de alimentos sean llevadas a sus dioses y a sus diosas; sin negligencia, que ellos sustenten a sus dioses. Que mejoren las tierras de sus dioses, que edifiquen sus sagrarios; que los de la cabeza negra sirvan a sus dioses. En cuanto a nosotros, cualquiera que sea el nombre con que lo l
lamemos, él es nuestro dios. Proclamemos, pues, sus cincuenta nombres:Los cincuenta nombres de MARDUK “Aquél cuyos caminos son gloriosos, cuyos actos de igual manera, (I) Marduk como ANU, su padre, lo llamó desde su emersión; el que provee pastizales y abrevaderos, enriquece sus pesebres; el que con la Tromba, arma suya, derrotó a los reacios, que a los dioses, sus padres, rescató de la calamidad. Verdaderamente el Hijo del Sol es él, el más radiante de los dioses: en su brillante luz caminen ellos para siempre. Sobre el pueblo que produjo, que dotó de aliento, impuso el servicio de los dioses; que éstos pudiesen estar en paz. Producción, destrucción, liberación, merced serán por su mandamiento. Ellos habrán de levantar sus ojos hacia él. (II) Marukku en verdad es el dios, productor de todo; el que alegra el corazón de los ANUNNAKI, pacifica sus hígados. (III) Marutukku, en verdad es el refugio del país, protección de su gente, a él la gente perpetuamente dará alabanza. (IV) Barashakushu,se levantó y tomó posesión de sus riendas; ancho es su corazón, calurosa la disposición de su ánimo. (V) Lugaldimmerankia es su nombre que nosotros proclamamos en nuestra asamblea;los mandamientos de su boca hemos exaltado por encima de los
dioses, sus padres. En verdad él es el señor de todos los dioses del cielo y de la tierra, el rey ante cuya indignación se entristecen los dioses de arriba y de abajo. (VI) Nari-Lugaldimmerankia es el nombre de él a quien hemos llamado preceptor de los dioses; el que en el cielo y sobre la tierra funda sitiales para nosotros en tribulación y reparte estaciones a los IGIGI y a los ANUNNAKI. A su nombre, los dioses se estremecerán y temblarán en el sitial. (VII) Asaruludu es el nombre de él que Anu, su padre, proclamó para él; él es verdaderamente la luz de los dioses, el potente conductor, el que, como los espíritus protectores de los dioses y del país, en violento combate singular salvó nuestros sitiales en desgracia. A Asaruludu, en segundo lugar, lo han llamado (VIII) Namtilaku, el dios que mantiene la vida; el que a los dioses perdidos restauró a modo de criaturas propias, el Señor que revive a los dioses muertos con su encantamiento puro; el que destruye a los díscolos enemigos. ¡Alabemos su proeza! Asaruludu, cuyo nombre fue, en tercer lugar, llamado (IX) Namru, el brillante dios que ilumina nuestros caminos”. Tres de sus nombres cada uno han ANSHAR, LAHMU y LAHAMU proclamado; hacia los dioses, sus hijos, los pronunciaron: “Hemos proclamado cada uno tres de sus nombres; como nosotros, vosotros pronunciad sus nombres”.

Los dioses se regocijaron e hicieron aprecio de su mandamiento, mientras en Ubshukinna cambiaban consejos: “Del heroico Hijo, nuestro vengador, de nuestro sostén, exaltemos los nombres”.Se sentaron en la asamblea para modelar destinos, todos ellos pronunciando sus nombres en el santuario.
(X) Asaru, donador de la tierra labrantía, el que torna seguras las delimitaciones,productor de grano y legumbres, el que hace que brote la vegetación. (XI) Asarualim, el que es preponderante en la casa de consejo, poderoso en consejo, en quien los dioses esperan cuando están poseídos de terror. (XII) Asarualimnunna, el lleno de gracia, la luz del padre su progenitor, en que dirige los decretos de ANU, de ENLIL y de ENKI. Él es su provisor, el que les asigna sus porciones; aquél cuya tiara de cuernos es abundancia, que multiplica los campos para el país. (XIII) Tutu, el que realiza su restauración, es él. Que él purifique sus santuarios a fin de que ellos estén complacidos, que trace su conjuro para que los dioses estén en paz. Si se levantan en cólera, que él haga que atrás vuelvan sus pechos. En verdad él es sumo en la asamblea de los dioses, sus padres, ninguno entre los dioses es su igual. Tutu es (XIV) Ziukinna, vida del coro de los dioses, el que estableció para ellos los cielos sacrosantos; el que gobierna sus sendas, determina sus cursos. No lo habrá de olvidar el obnubilado.198 Que ellos recuerden sus hazañas.
 A Tutu, en tercer lugar, lo han llamado (XV) Ziku, el que establece la santidad, el dios del aliento benigno, el señor que escucha y accede; el que produce riqueza y tesoro, establece abundancia; el que ha convertido todas nuestras carencias en plenitud; aquél cuyo benéfico aliento aspiramos en nuestra pesarosa depresión. Que ellos digan, que ellos exalten, que ellos celebren sus alabanzas. A Tutu, en cuarto lugar, que la gente lo magnifique como (XVI) Agaku, el señor del sacro conjuro, el que revive a los muertos; el que tuvo misericordia de los dioses derrotados, el que removió el yugo impuesto sobre los dioses enemigos suyos; el que, para redimirlos, formó a la humanidad; el misericordioso, en cuyo poder está el otorgar vida. Que sus palabras perduren y no sean olvidadas en las bocas de los de la cabeza negra, a quienes sus manos han producido. Tutu, en quinto lugar, es (XVII) Tuku, cuyo sacro encantamiento sus bocas musitarán; el que con su conjuro sacro ha desarraigado a todos los que obran lo perverso. (XVIII) Shazu, el que conoce el corazón de los dioses, el que escudriña las entrañas,205 de quien el malo no puede escaparse; el que instaura la asamblea de los dioses, regocija sus corazones; el que subyuga al insumiso; su omnipresente protección;206 el que dirige la justicia, extirpa el habla proterva, que lo torcido y lo derecho en sus lugares conserva separados.

Que a Shazu, en segundo lugar, lo exalten como (XIX) Zisi,el que hace callar al rebelde, el que desvía la consternación de los cuerpos de los dioses, sus padres. Shazu es, en tercer lugar, (XX) Suhrim, el que a todos los enemigos los disipa con su arma, el que frustra sus planes, los dispersa a los vientos; el que borra a todos los malvados, que se estremecen delante de él. Que los dioses para siempre se regocijen, que le tributen alabanza tras alabanza. Shazu es, en cuarto lugar, (XXI) Suhgurim, el que da la seguridad de ser escuchado; el que produjo a los dioses, sus padres; el que disipa a los enemigos, destruye su progenie, el que frustra sus obras, no dejando nada de ellas. Que su nombre sea declarado y proclamado en el país. A Shazu, en quinto lugar, habrán de alabarlo como (XXII) Zahrim, el señor de lo viviente, el que destruye a los adversarios, a los insubordinados todos; el que a todos los dioses fugitivos volvió al hogar de sus capillas. Que su nombre perdure. A Shazu, además, en sexto lugar, habrán de rendirle todo honor corno (XXIII) Zahgurim, el que a todos los enemigos aplastó en batalla. (XXIV) Enbilulu, el señor que los hace prosperar, él es; el poderoso que los llamó con nombre, el que instituyó para ellos las ofrendas de alimentos; el que siempre ha reglamentado para el país abrevaderos y pastizales,
 el que abre las fuentes y proporciona las aguas de abundancia. A Enbilulu, en segundo lugar, habrán de glorificarlo como (XXV) Epadun, el señor que rocía los campos; a el que riega el cielo y la tierra, el que establece los surcos; el que la tierra labrantía y los brillantes en la llanura, la represa y la zanja regula; el que delimita el surco. A Enbilulu, en tercer lugar, habrán de alabarlo como (XXVI) Enbilulu-Gugal, el que riega las plantaciones de los dioses; señor de abundancia, de opulencia y de copiosas cosechas; el que provee de riqueza, enriquece todas las moradas, el que proporciona el mijo y hace que la cebada aparezca. Enbilulu es (XXVII) Hegal, el que acumula abundancia para consumo de la gente, el que causa plenitud de lluvia sobre la tierra y produce vegetación. (XXVIII) Sirsir, el que amontonó una montaña encima de ella, TIAMAT, que el cadáver de
TIAMAT
 arrebató con su arma, el que apacienta al país, su fiel pastor; aquél cuya cabellera significa mieses, cuya tiara de cuernos significa surcos; el que a la anchurosa
TIAMAT
 desplegó como bóveda en el día de su ira, tendiéndola como puente en el sitio del combate singular. A Sirsir, en segundo lugar, lo han llamado (XXIX) Malah —así sea para siempre;
TIAMAT
 es su navío y él navega en ella. (XXX) Gil, el que amontona cúmulos de grano, compactos montículos;
que produce la cebada y el mijo y proporciona simiente para la tierra. (XXXI) Gilma, el que hace duradera la sublime mansión de los dioses, productor de permanencia; el aro que los mantiene unidos, el que les hace presente de las cosas buenas. (XXXII) Agilma, el enaltecido, el que arranca la tiara y socorre del malo, el que forma las tierras encima de las aguas y hace perdurables los cielos. (XXXIII) Zulum,el que distribuye los campos a los dioses, sus hijos; el que les otorga porciones y ofrendas de alimentos, supervisa sus capillas. (XXXIV) Mummu, el que produjo cielo y tierra, el que dirige las nubes, el dios que santifica cielo y tierra, eso es, en segundo lugar, Zulummu; al que ningún otro entre los dioses puede igualar en poder. (XXXV) Gishnumunab, productor de toda gente, el que hizo las cuatro regiones del mundo, destructor de los dioses de Tiamat, el que hizo a los hombres de su sustancia.227 (XXXVI) Lugalabdubur, el rey que frustró la obra de TIAMAT disipó sus armamentos; aquél cuyo cimiento se halla establecido firmemente adelante y atrás. (XXXVII) Pagalguenna, delantero de todos los señores, cuya fuerza es sobresaliente;  el que es preeminente entre los dioses, sus hermanos, señor de todos ellos. (XXXVIII) Lugaldurmah, el rey, ligamen de los dioses, señor del Durmah, el que es preeminente en la mansión de la realeza, el más enaltecido de los dioses. (XXXIX) Aranunna, consejero de ENKI, productor de los dioses, sus padres, cuyos modos principescos cualesquiera de los dioses no los pueden igualar. (XL) Dumuduku, Cuya morada sacra se renueva en el Duku; Dumuduku, sin el cual Lugaldukugga no resuelve ninguna decisión. (XLI) Lugalanna, el rey, cuyo poder es sobresaliente entre los dioses; el Señor, fuerza de ANU, el que llegó a ser sumo por llamamiento de ANSAHR. (XLII) Lugalugga, el que los derrotó a todos ellos en el centro de la lucha; el que abarca toda sabiduría, amplio de comprensión. (XLIII) Irkingu,el que a Kingu derrotó en la espesura de la batalla; el que tiene en sus manos las instrucciones para todos, que establece gobierno. (XLIV) Kinma, el que dirige a todos los dioses, el donador de consejo; a cuyo nombre todos los dioses tiemblan de terror, como ante la tormenta. (XLV) Esiskur, habrá de sentarse en alto sitial en la casa de la
 plegaria;que los dioses traigan sus presentes delante de él, que de él ellos reciban sus porciones. Ningún dios puede, sin él, obrar obras llenas de arte. Los cuatro grupos de los de la cabeza negra están entre sus criaturas. Aparte de él, ningún dios sabe la respuesta en cuanto a sus días.(XLVI) Gibil,el que mantiene aguzada la punta del armamento; el que obró obras llenas de arte para la batalla contra TIAMAT el que posee vasta sabiduría, es acabado en discernimiento, cuyo corazón es tan amplio que los dioses, todos ellos, no lo pueden abarcar. (XLVII) Addu sea su nombre, la totalidad del firmamento plázcale recubrir.Plazca a su benéfico rugido ser siempre grávido sobre la tierra; plázcale, en cuanto rayo, reducir las nubes; abajo, para las gentes, plázcale proporcionar manutención. (XLVIII) Asharu, el que, como dice su nombre, organizó a los dioses de los destinos; del nocturno reposo de todos los dioses él está en verdad encargado. (XLIX) Nebiru, habrá de tener en su poder las encrucijadas del cielo y de la tierrade modo que arriba y abajo ellos no podrán cruzarlas; siempre tendrán que recurrir a él. Nebiru es su estrella, que en el firmamento él ha hecho rutilar. Verdaderamente ella ocupa el punto de su centro, hacia ella en verdad ellos miran y dicen: ‘De ése que por el centro de TIAMAT  incansablemente
 cruza, sea su nombre Nebiru, el que tiene en su poder su centro. Plázcale mantener el curso de las estrellas en el cielo; plázcale apacentar a los dioses, como a corderos. Plázcale vencer a TIAMAT que su vida sea estrecha y corta; en el futuro de la humanidad, cuando los días hayan envejecido, que ella retroceda sin cesar, que permanezca alejada para siempre.Y porque él formó los espacios y modeló la tierra firme, el Padre ENLIL llamó su nombre el "Señor de los Países”.

 Todos los nombres que los Igigi proclamaron, cuando ENKI los hubo oído, su ligado se regocijó: “Aquél cuyos nombres sus padres han glorificado, ése es, en verdad, como yo; su nombre será ENKI. La totalidad de la suma de mis ritos, él la administrará; todas mis instrucciones, él las ejecutará”. Con el nombre de “Cincuenta” los grandes dioses proclamaron a aquél cuyos nombres son cincuenta, e hicieron supremo su camino”.

 Que sean conservados, que el príncipe los explique, que el sabio y el conocedor conjuntamente (os comenten. Que el padre los recite y los imparta al hijo. Que los oídos del pastor y del zagal se abran. Que él se regocije en Marduk, el Enlil de los dioses,150 a fin de que sea fértil su tierra y él pueda prosperar. Firme es su orden, no alterable su mandamiento; la prolación de su boca ningún dios la puede cambiar.

Cuando mira indignado, jamás desvía su cuello; cuando se halla iracundo, ningún dios lo puede resistir. Inescrutable es su corazón, generosa la disposición de su ánimo. El pecador y el criminal transgreden ante él. Toda esta enseñanza, que ya antes de él se recitaba, un primero la escribió y la dejó así para instrucción de los futuros. Del héroe, MARDUK, a quien los dioses, los IGIGI han engendrado, que en el país sea proclamado el nombre. Que se dé a conocer el cantar de MARDUK, el que encadenó a
TIAMAT y alcanzó la soberanía.

La batalla de Tiamat y Marduk
Esta es la traducción al español del Enûma Elish, una de las más grandes joyas de la literatura del mundo antiguo, escrita con caracteres cuneiformes en versos de dos líneas,  este texto sirvió de inspiración para las diferentes religiones de todas las culturas con as que entró en contacto el reino sumerio, incluyendo las judeo-cristianas. En otro artículo trataremos sobre el "Atrahasis" y el poema de "Gilgamesh", eso es todo por ahora en "Crónicas de Tiamat"

MUCHAS GRACIAS

Daniel Castañeda












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